domingo, 5 de julio de 2009

ARQUITECTURA REGIONAL

SONORA. Trazos de una Arquitectura Regional.


Ensayo.


Jesús Félix Uribe García.


Ed. La Diligencia. 1999.


Reservados los derechos de autor.




Formados en una tradición paradigmática dentro de la arquitectura, los bellos palacios renacentistas, las impresionantes catedrales góticas y otros tantos ejemplos más, pasamos de largo por las construcciones regionales sin ver en ellos atisbos de arquitectura. Ante las majestuosas obras de las civilizaciones antiguas, de los grandes rascacielos, de los modernos complejos comerciales o administrativos, ignoramos las formas que hemos tomado de la arquitectura universal tratándolas como respuestas sin valos.. La teoría de la arquitectura nos llega como reglas por aplicar y, al despojarlas de aquel juego social e histórico del cual surgieron, recurrimos a la forma en sí. En este sentido, la arquitectura regional carece del hilo conductor que construyó aquellos paradigmas que son nuestro molde. Un modelo sin transfondo histórico es el responsable del olvido, es el responsable de un diálogo constantemente interrumpido por el arribo de nuevas formas. El transfondo histórico de la arquitectura, el generador de las formas, no surge necesariamente de la arquitectura, surge de una dinámica social que va transmutando los valores, que va descubriendo relaciones sociales, que encuentra nuevos giros literarios y músicas nuevas.


Un análisis de la arquitectura regional requiere tener como "telón de fondo" una historia regional orientada en tal sentido. Sin ésta, es fácil caer en una serie de interpretaciones que, por pretender encuadrarse en marcos teóricos elaborados en otras latitudes y generados por otros marcos sociales, interpretemos la arquietctura regional como respuestas incompletas y en un lugar sin lugar. Dinámica en la cual el paradigma se transforma y transforma. En el primer caso, los espacios y las formas arquitectónicas carecen del paisaje humano y material en el cual se gestaron, encuadrándose en un ambiente ajeno y respondiendo a anhelos de trascendencia también ajenos y fuera de tiempo en nuestra región. Pero es también un doble juego, transforma al alterar conductas sociales que pasan, sin un proceso creativo, de un estilo a otro. Al hablar de proceso creativo nos referimos a toda la transformación y construcción e argumentos que dieron origen al paradigma en la región o lugar de origen. En este sentido es que hacemos referencia a la historia regional como un fondo que explique los avatares dentro de los cuales se retoma aquel proceso creativo, y sus resultados.


Otro punto importante a tomarse en cuenta es la forma de análisis de la arquitectura en la región de origen. Es evidente que el análisis hecho por aquellos rumbos tiene sus propios intereses, pudiendo pensar que el dicho análisis es parte de los planteamientos que llevan a nuevas propuestas, mientras que, en las regiones que las adoptan posteriormente, debe verse no como una forma de integrarse a las formas estilísiticas, sino a una conducta exigida por dichas formas y espacios. Des ser así las cosas, las respuestas regionales a la arquitectura internacional estarán encuadradas en la hipótesis de Cristian Norberg-Schultz, del espacio arquitectónico como "concretización" del "espacio existencial" (Existencia, Espacio y arquitectura. 1975), pero con ciertas salvedades que la identifican como regional. Podemos pensar que es a la inversa, y que es el espacio existencial el que se altera al adoptar concretizaciones que nos vienen del exterior.


La intención de este primer acercamiento a la arquitectura regional es establecer la relación de las diferentes arquitecturas y su contexto regional, buscando en las formas su ideología. Al ver los espacios arquitectónicos como medios de comunicación, nos permitirá explicar las adaptaciones de los modelos arquitectónicos, y al relacionarlas con los agentes promotores e introductores de tales, podremos explicarnos las alteraciones en el paisaje poblacional.